Channel 1 Los Angeles
5/7/2021
Le agradezco, Ministro Wang Yi, por la convocatoria a este oportuno debate, y reconozco la participación tanto del presidente de la Asamblea General como de otros ministros y funcionarios de alto nivel.
Señor presidente:
Estamos viviendo todavía una de las crisis más impactantes de la historia. La pandemia por COVID-19 ha demostrado que la seguridad y la paz internacionales son multidimensionales, y ha puesto al descubierto diversos flancos vulnerables de las organizaciones multilaterales.
Retos globales tales como los desastres naturales, el cambio climático, las migraciones implican sufrimiento para muchas personas y, desde luego, las pandemias, como la que vivimos, están y pueden llegar a afectar la paz, la seguridad, así como la estabilidad de los Estados y de la comunidad internacional en su conjunto. Hay que asumir la lección de esta pandemia: funcionó la ciencia, pero no así la solidaridad o el sentido de justicia internacionales.
El tema que hoy nos convoca nos ofrece la posibilidad de reiterar el compromiso de los miembros del Consejo de Seguridad con la vigencia de los valores y los principios de las Naciones Unidas.
Por lo pronto, México refrenda su apoyo a la declaración emitida por la Asamblea General con motivo del 75 aniversario de la ONU. En ella se afirma claramente que el multilateralismo, más que una opción, es una necesidad, y que no hay otra institución u organización internacional que tenga la legitimidad, el poder de convocatoria y el impacto normativo de las Naciones Unidas. Pero la ONU, y en particular su Consejo de Seguridad, deben abrirse más: escuchar las necesidades y las aspiraciones de los pueblos y poner en los hechos a las personas en el centro de todas sus acciones y decisiones.
México defiende el multilateralismo, tanto por principio, como porque nuestro interés nacional es el de contribuir a generar la gobernanza global robusta y eficaz que se requiere para administrar los bienes globales, los que nos son comunes, que sirva a todos los países por igual, independientemente de su nivel económico o de su poder político. La paz duradera, necesaria para el desarrollo sostenible, sólo puede ser construida a través del entendimiento mutuo, la cooperación y la solidaridad.